El río en las Amazonas es negro como el
café y en el atardecer el contraste con el sol brillante amarillo, naranja, y
rosado fue uno de los atardeceres más impresionantes que he visto en todos mis
viajes. Regresábamos en el barco pequeño, para
seis personas, muy contentos porque acabamos de nadar con los delfines. Había más o menos seis delfines a 20 pies de nosotros, y el
guía me había dicho que nadara como un delfín para atraer los delfines, y funcionó. Cuando nadaba
subiendo y bajando los delfines se me acercaron un poco más.
También vimos un delfín rosado con su hijo
al lado. Los delfines rosados son unicos y casi misteriosos. Hay muchos mitos sobre ellos como
que los raptan a las chicas del pueblo o les embarazan. Creo que una razón por eso es que es muy difícil tomar
una foto de ellos porque no pueden saltar tan alto como los delfines grises.
Tienen el color rosado por los vasos de sangre cerca de la superficie de la piel. Cuando ellos se están moviendo mucho, están felices, o tienen miedo, su color se vuelve más fuerte. Entonces los delfines rosados se
sonrojan como los humanos.
Cuando estuvimos caminando en el bosque y
viajando en el barco, vimos otros animales aparte de los delfines, monos, micos
perezosos, serpientes, ranas venenosas, e incluso caimanes.
La cosa que más me sorprendió pasó
en un pueblo indígena donde nos quedamos una
noche. Ellos se cazaron un caimán, un mono, y un jabalí. No pensaba que
fuera legal cazar esos animales y nuestro guía nos explicó que los indígenas
son los únicos que pueden cazarlos y solo para consumo
personal porque es una parte de su cultura. El opinión del guía fue que incluso
si hubieron leyes prohibiéndolo no dejarían de hacerlo.
La mañana siguiente comimos caimán
frito por el desayuno. El sabor es como pollo pero es más masticable. Lo
comimos con arroz, patacones, y un pimentón picante. Si alguien me dijera que había
comido caimán por el desayuno en el las Amazonas
pensaría que fuera una broma. Tampoco, nunca pensaba que dormiría en una casa
de pilotes en el Río Amazona y amanecería para
comer caimán.
Además comimos mucho pescado
incluyendo piraña. Por supuesto comimos muchas frutas, la más común entre ellas
se llama la copa azul. La gente del pueblo hace jugos, helados, y deliciosas
paletas con la fruta, la cual tiene un sabor
entre guanábana y algo amargo.
En primer lugar viajo para conocer otra gente y otras maneras de hacer las
cosas. En segundo lugar para la experiencia de probar la comida y en tercer
lugar para ver y hacer cosas interesantes. Si conocería gente como
la de las Amazonas, comería cosas, y haría cosas tan
increíbles y sorprendentes que cada viaje,
sería lo mejor.